En invierno se hará difícil este tramo, ya que el río tapará en su totalidad las piedras que ahora nos sirven de paso.
Una vez que se supera el paso del río, el camino se empina dejando el río a nuestra izquierda. Cuando hemos andado 2 kilometros, el río se vuelve a encontrar con nosotros y nuevamente es necesario saltar por las piedras para poder atravesar el tramo.
Este segundo paso por el río es de unos 300 metros. Después nos encontramos con un valla tras la cual el camino se vuelve a abrir al campo, separándose cada vez mas del río e iniciando una suave pero constante subida que nos llevara al pueblo de Munilla.
El recorrido ha sido de unos 4 kilometros. Lo primero que divisamos son unos pabellones para el ganado vacuno algo deteriorados debido al fuerte viento abundante en la zona. Tras estos pabellones se esconde el pueblo de Munilla.