En Arreba había 30 fanegas de tierras de primera calidad, de segunda 150 y de tercera 105 fanegas. Tierras herías por naturaleza 2 fanegas, de huertos para hortaliza de primera 3 celemines y medio y de segunda 8 celemines. De prados segaderos de primera 18 fanegas, de segunda 12 fanegas y de tercera 6 fanegas. De heras para trillar una fanega. De pastos tiesos para el ganado y peñas peladas 6 fanegas y de monte bajo de roble y peñascos 100 fanegas, incluyendo la parte comunero con el lugar de Munilla. En estas tierras labrantías, los vecinos de Arreba plantaban trigo, centeno, cebada, avena, yeros, ricas, maíz, habas, titos, arbejas, lentejas, garbanzos, linueso y lino en rama y hierba de la siguiente forma:
En la fanega de tierra de primera calidad secana se siembra 3 años, el primero de trigo y produce 4 fanegas, el segundo de habas y produce otras 4 fanegas y el tercero de legumbre y produce otras 4 fanegas y el cuarto descansa.
En la fanega de tierra de segunda calidad se siembra 2 años, el primero de centeno y produce 4 fanegas, el segundo de cebada y produce otras 4 fanegas y el tercer año descansa.
En la fanega de tierra de tercera calidad se siembra un año de trigo y produce 3 fanegas y cuando no se siembra de esta especie se hace de yeros o ricas y produce 3 fanegas, y al siguiente descansa.
Además obtenían beneficios de la cera, miel, queso, lana, crías de pelo y lana, y pollos.
Y no solo había que labrar la tierra para subsistir sino que había que pagar el diezmo, que era de cada 10 fanegas una de todos los frutos de grana y menudos exceptuando la hierba y la fruta de hueso. En el caso de Arreba, una tercera parte de los diezmos se pagaba al Arzobispo de Burgos y las otras dos partes a Don Hermenegildo, el cura beneficiado de la Iglesia Parroquial. A estos dos tercios se le juntaban también los dos tercios de Población ya que su Iglesia era aneja a la de Arreba. Don Hermenegildo Gil de la Peña percibía también las primicias (tributo medieval de los primeros frutos de la tierra que posteriormente se estableció en una cantidad fija de celemines). Cada vecino le debía dar un celemín y medio mitad trigo mitad cebada y las viudas 3 cuartillos.
En aquel entonces, hace mas de 250 años, en Arreba había un molino harinero arruinado del todo que había pertenecido a Domingo González, ya fallecido en aquella fecha.
Al igual que en todo el Valle, en Arreba también había apicultores. En 1752 había 18 pies de colmenas muy repartidas: Don Hermenegildo Gil de la Peña, el cura, 4, Herederos de Antonio Ruiz de Huidobro 5, Santiago Estrada 4, Francisco Ruiz 1, Juan Gato, el regidor, 1, Francisco Robredo 3.
Además de la agricultura, otro pilar en la vida de sus vecinos era la ganadería. El pueblo contaba por aquel entonces con Bueyes de labranza, vacas de huelgo, novillos, novillas, machos de carga, muletos de recría, potros, pollinos, ovejas y carneros, cabras, chivatos o iguedos, cerdas de vientre y cerdos. Los peritos nombrados para responder las preguntas valoraban así a los animales que había en el pueblo: una vaca de huelgo 22 reales, un novillo o novilla 33 reales, un macho de carga de arrieria 100 ducados con el alimento y excluso este 50 reales, un muleto de recria 18 reales, un potro 10 reales, un pollino 5 reales, una oveja 2 reales y medio, un carnero 3 reales y medio, una cabra real y medio, un chivato o iguedo 2 reales, una cerda de vientre 6 reales y un cerdo para vender 3 reales.
Todos estos animales estaban repartidos entre los 11 vecinos y 3 viudas que vivían en 1752 en Arreba. Hay que entender como vecino únicamente al cabeza de familia por lo que se entiende que había 11 familias con sus hijos mas las 3 viudas tal vez con los suyos. Todos ellos vivían en las 17 casas habitables más 2 pajares que había en Arreba repartidas entre sus 2 barrios, el del Castillo y el de San Juan.
Arreba contaba en esa época con una taberna que administraba Santiago Estrada, quien pagaba al concejo 30 reales. Los peritos calculaban que sacaría de beneficio al año 120 reales.
También había 2 ermitas con el titulo de Santiago y de San Lorenzo.
De los 11 vecinos que tenia el pueblo, 2 eran arrieros: Francisco de Robredo, al que calculan ganaría unos 1.700 reales y Juan de Robredo que ganaría unos 100 ducados con cada macho y 50 con cada burro, en total 1.400 reales. Los 9 restantes eran labradores: Juan Gato, Santiago Gato, Santiago Estrada, Blas Saiz, Francisco Ruiz de Salazar, Rodrigo Fernández, Bartolomé de Estrada, Don José de Bustamante y Francisco Gallo y el jornal de cada uno lo calculaban en 4 reales.
Había 5 hijos mayores: Francisco, hijo de Francisco Gallo, Mateo, también hijo del mismo, Francisco, hijo de Rodrigo Fernández, Juan, hijo del mismo Rodrigo, Manuel, hijo de Santiago Estrada. Además de 2 criados mayores: Jacinto Fernández, natural de Población, criado de Francisco de Robredo, y Fernando Gomez, criado de Don Jose de Bustamante. El sueldo de los hijos mayores como los criados, 200 reales al año.
también había un pastor del ganado de pelo y lana llamado Roque García, que ganaba de soldada o salario 19 fanegas de pan por mitad trigo y centeno.